El mantenimiento de un vehículo de altas prestaciones


Mucha gente sueña con ser propietario de un coche de gama alta.

De hecho, una de las compras típicas de aquellas personas agraciadas con un premio de lotería —tras la vivienda y el pago de deudas—, es un coche de gama alta.

Y aquí la variedad es amplia, pues mientras que algunos se conforman con automóviles premium como BMW, Audi, Mercedes o Jaguar, también se da el caso de nuevos millonarios que en cuanto juntan el suficiente dinero se dan el capricho de comprar un Porsche, un Aston Martin o un Ferrari.

El problema es que, salvo que se esté acostumbrado a este tipo de vehículos (por haber poseído anteriormente uno), no solo es necesario disponer de dinero para pagarlos, sino que también es importante contar con la retahíla de gastos que se le vienen encima al propietario de uno de esos coches.

Los gastos de mantenimiento

Se estima que el coste de mantenimiento de un vehículo de gama alta o premium es casi un 10% más elevado que el de un coche generalista.

La razón por la que estos gastos son más altos en los vehículos de altas prestaciones no solo se fundamenta en el precio de mano de obra que cobran los servicios oficiales, sino que el mayor uso de componentes electrónicos, así como de piezas de alta tecnología, incrementan las facturas de recambios y requieren de una mano de obra más cualificada.

Además, respecto a los coches de gama alta se da una circunstancia no tan habitual en las marcas generalistas: la mayor fidelidad de los clientes hacia los concesionarios oficiales, que prefieren que sus vehículos sean atendidos por profesionales de la marca.

Algo que no sucede tan mayoritariamente en las marcas normales, cuya afluencia a concesionarios oficiales es notablemente menor.

Por lo tanto, si te has gastado todo el dinero del premio y ahora necesitas ahorrar algo de dinero en la factura de mantenimiento de tu vehículo premium, puede ser una buena idea comprar las piezas que sean necesarias en canales distintos a los tradicionales del concesionario oficial.

En Internet existen tiendas online como Recambios Endado que ofrecen precios muy competitivos por las mismas piezas y repuestos que se pueden comprar en un servicio oficial.

El mantenimiento habitual de un vehículo de gama alta

El primer detalle sobre el que hay que reflexionar está relacionado con el uso al que se va a destinar el vehículo.

Con los coches de gama alta se dan dos posibles usos, que provocan grandes diferencias en el mantenimiento:
  • Los que van a darle una utilización convencional al vehículo. En ese caso, con los equipamientos que incluyen este tipo de automóviles es suficiente.
  • Los que van a conducir el coche en circuito. En ese caso, habría que preparar el vehículo para unos requerimientos más extremos.

Principales gastos mecánicos de un vehículo de gama alta

Sin tener en cuenta los automóviles que entrarán en circuitos, el resto de coches de altas prestaciones suelen tener unas características que los convierten en más caros de mantener:
  • Las ruedas de los vehículos deportivos suelen ser más caras que las de los automóviles normales. Además, los coches muy potentes también suelen gastar los neumáticos con más frecuencia que los normales.
  • Los frenos también son piezas que se degradan más de la habitual y que tienen un precio más elevado, con lo que la partida de gasto de esta pieza incrementa bastante el precio, respecto a la de los coches normales.
  • Las revisiones periódicas son más frecuentes. Debido al comportamiento extremo al que se someten muchos de sus componentes, es necesario que las revisiones y los intervalos de mantenimiento sean menos prolongados, con lo que hay que cambiar con más frecuencia, aceite, filtros,…
  • Los consumos de combustible también son más altos. Al tratarse de motores con grandes cilindradas y potencias, la cantidad de combustible que necesitan para funcionar es mucho mayor (algo que se minimiza, en caso de optar por las versiones híbridas que van lanzando algunos fabricantes de lujo).

Los gastos añadidos de un coche de altas prestaciones

Junto con los costes relacionados con la mecánica, los vehículos premium también son más caros de mantener por culpa de los gastos extras o adicionales.

Entre estos, el que más destaca por su elevado montante es el del seguro de accidente y responsabilidad civil, cuyas tarifas son bastante abultadas (debido al valor de los vehículos y al riesgo cubierto por las pólizas).

Otro gasto que suele estar por encima de lo normal es el del Impuesto de Rodaje, que se paga anualmente al ayuntamiento en el que está domiciliado el vehículo. Lo habitual es que este impuesto se pague en función de la potencia fiscal, con lo que al ser más potentes siempre pagan el tipo máximo.

Y además también hay que contar con un lugar en el que guardar el coche cuando no se esté usando, ya que aparcándolo en la calle el riesgo de que sufra desperfectos o robos es muy elevado.

Por esa misma razón, no solo hace falta un garaje en casa o en sus cercanías, sino que para no estacionarlo en la calle —en dónde estaría sometido a un sinfín de peligros— habrá que pagar las elevadas tarifas de los parkings públicos.

Hay que hacer muchas cuentas antes de comprar un coche de lujo

Si tienes el capricho y cuentas con el dinero suficiente para pagar el coche de tus sueños, lo recomendable es detenerse a analizar si en un futuro dispondrás de la misma capacidad económica para hacer frente a los gastos asociados con un vehículo de gama alta.

Por eso conviene hacer muchos números e investigar cuál es el coste de mantenimiento en concreto del vehículo que quieres adquirir.


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